¿Para qué el Psicoanálisis?

Cierta vez un paciente dijo hacia el cierre de la sesión:

“¿Sabe lo que me gustaría después de todo? Irme de acá con una mejor versión de mí, una con la que pueda disfrutar más de mi vida, una con la que no me cueste tanto convivir conmigo mismo.”

Sabias palabras. Acaso el padecimiento y los síntomas con los que llega a la consulta y que tanto preocupan a el o a la paciente, no sean otra cosa que el punto de partida en un camino hacia el reconocimiento de su deseo. Deseo que es deseo de nada específico, deseo que es deseo de otro deseo; de poder seguir deseando. Movimiento deseante que nos lleve a construir diferentes versiones de nosotros mismos, versiones que hagan la vida más llevadera y más disfrutable, que nos habiliten a perdonar y perdonarnos y nos reconcilien con lo que somos y con lo que hemos sido, que nos permitan cada vez más sentirnos como un otro entre los otros y vincularnos de manera más saludable, que nos conecten con el placer y nuestras emociones auténticas.